Bueno, lo del Carulla fue una astracanada preciosa, bien que a su pesar. Yo es que pensaba en los coños sucesivos de las no menos sucesivas hembras que aparecen en la Biblia, las cuales animaron mis mórbidas lucubraciones preadolescentes casi tanto como algunos pasajes de las Mil y Una Noches (leí de muy jovencito, y casi al tiempo, la Biblia, Las Mil y Una Noches, y los Trópicos de Henry Miller. ¡Joder, qué noches!). Nada, para meterle a las páginas santas, aunque para mí resultaran muy putas, un poco de buena poesía. JL
Ya mismo, Germán: Hay que incorporarlo a la Biblia. Siquiera sea a la Biblia en verso.
ResponderEliminarJL
Deje, deje. Que con un José María Carulla ya tenemos bastante.
ResponderEliminarDeje, deje. Que con un José María Carulla ya tenemos bastante.
ResponderEliminarBueno, lo del Carulla fue una astracanada preciosa, bien que a su pesar.
ResponderEliminarYo es que pensaba en los coños sucesivos de las no menos sucesivas hembras que aparecen en la Biblia, las cuales animaron mis mórbidas lucubraciones preadolescentes casi tanto como algunos pasajes de las Mil y Una Noches (leí de muy jovencito, y casi al tiempo, la Biblia, Las Mil y Una Noches, y los Trópicos de Henry Miller. ¡Joder, qué noches!).
Nada, para meterle a las páginas santas, aunque para mí resultaran muy putas, un poco de buena poesía.
JL
Menuda imagen. Joven pajillero, en el baño, a las vírgenes rezando y con el mazo dando.
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