lunes, 30 de abril de 2012

CASA DE CITAS (II)




z Foto realizada por J. J. García Rodríguez




Manchester, 1, 11, 1964




Esta noche ha entrado en mi cuarto una chica de buena familia. Cabellos lacios, mirada narcótica, minifalda blanca, braguitas mínimas y perfumadas. Una pija integral, como a mí me gustan las nenas. Al principio he creído hallarme con ella en el cielo, sorbiendo todo el deseo que la chica sentía hacia mí, notando todo su poder en mí y eyaculando en sus entrañas como si me corriera en la Vía Láctea, pero de pronto un viento solar ha soplado en mi cabeza y me han venido recuerdos de la adolescencia. Yo iba caminado por el césped hacia el colegio y oía que decían tras de mí: Ahí viene el subnormal de Brian, ahí viene el gafotas de Brian, ahí viene el deprimente Brian…Ella misma, la chica que ahora me sonreía y apretaba más sus braguitas mientras elevaba el monte de Venus como una niña de Balthus, ella misma podía haber sido uno de aquellos o aquellas que recitaban tan siniestras letanías cuando me veían pasar con mis gafas de cegato y mi cartera de cuero. Ella misma podía haber sido una o uno de aquellos viles, pensé, y empecé a mirarla de otra manera.
-¿Qué te pasa? –preguntó, algo asustada.

-¡Sal inmediatamente de mi cama! –grité fuera de mí-.

¡Sois todos unos miserables!

Al fin solo he estado leyendo a Novalis. Qué descanso su noche llena de voces húmedas. Qué descanso su dulzura.





Jesús Ferrero, El Hijo de Brian Jones



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